A las 9:30 hemos llegado a aquel lugar que días anteriores nuestro profesor nos había relatado como una zona inmortal y
paradisíaca, donde observaríamos uno de los enormes y sorprendentes ecosistemas que forman parte de nuestro departamento. Lastimosamente toda la imagen que nos creamos de este lugar se desvaneció al ver su realidad.
Un carro de basura preparado para depositar los deshechos que todos los días que recoge en Eten nos da la bienvenida. A poco tiempo de salir de Chiclayo, aproximadamente media hora, hemos llegado a los humedales de Puerto Eten ubicados 20 Km. al sur de Chiclayo con una extensión de 1,377 hectáreas; siendo reconocido el 11 de enero del 2005 como un Área Ecológico de Interés Regional.
A nuestro alrededor atiborrado de basura e inservibles podemos observar unas pequeñas casas en donde familias sin temor alguno desempeñan su vida diaria. Sus “guardianes” son un conjunto de gallinazos que en aquel lugar habitan y encuentran tremendo banquete para saciar su hambre.
A la distancia se puede observar la crianza de un grupo de vacas que se encuentra pastando en este lugar contaminado siendo su leche, de alguna de ellas, dirigido a los mercados para el sustento de las personas.
En el trayecto, justo frente aún grupo de casas prestamos atención a un enorme hoyo cubierto de agua, lodo y basura que impedía el paso, llegando hasta el final de este hoyo para poder acceder al extremo. Del mismo modo acompañando al pasto, animales carroñeros, vacas, tierra y basura se encuentran acumulaciones de aguas rojizas y malolientes que provienen de los desagües de Eten.
Por el momento nuestros únicos acompañantes eran los montículos de basura que parecían interminables hasta que se “unieron” a nuestro recorrido una multitud de zancudos que provenían de la vegetación que en este húmedal también se observa, perturbando nuestro viaje a causa de sus picaduras.
El ruido de gaviotas son escuchados a lo lejos donde igualmente se puede observar el siembra de maíz en esta zona convertida en un área no accesible para la producción de cultivos o crianza de ganados, pero esta razón no es impedimento para las personas que ejecutan estas actividades sin pensar en sus consecuencias, haciendo caso a la frase de “ojos que no ven corazón que no siente”.
El camino lleno de tierra y basura aún continúa a pesar del inmenso calor y la cantidad de zancudos.
A su encuentro se observa una pareja de burros, uno marrón y otro gris, que también pastan en este lugar. Se encuentran intimidados al darse cuenta que somos nuevos ocupantes de sus hogares incluso, creo que nos consideraron intrusos porque al darse cuenta que necesitaba filmarlos dejaron de alimentarse y uno de ellos, el de color marrón, se a cercó al otro burro como diciéndole algo.
Fue un hecho muy curioso el observar esta situación pero lamentablemente estos infortunados animales constituyen del mismo modo parte de este ambiente peligroso.
Siendo considerada ciudad Eten como la Tercera Ciudad Eucarística del mundo, nos dirigimos al Santuario Divino Niño del Milagros de Eten lugar primordial donde los pobladores dan prueba de su fe. En su altar se encuentra el Divino Niño de los Milagros rodeado de grandes cuadros que simbolizan la religiosidad de sus habitantes.

Un carro de basura preparado para depositar los deshechos que todos los días que recoge en Eten nos da la bienvenida. A poco tiempo de salir de Chiclayo, aproximadamente media hora, hemos llegado a los humedales de Puerto Eten ubicados 20 Km. al sur de Chiclayo con una extensión de 1,377 hectáreas; siendo reconocido el 11 de enero del 2005 como un Área Ecológico de Interés Regional.
A nuestro alrededor atiborrado de basura e inservibles podemos observar unas pequeñas casas en donde familias sin temor alguno desempeñan su vida diaria. Sus “guardianes” son un conjunto de gallinazos que en aquel lugar habitan y encuentran tremendo banquete para saciar su hambre.
A la distancia se puede observar la crianza de un grupo de vacas que se encuentra pastando en este lugar contaminado siendo su leche, de alguna de ellas, dirigido a los mercados para el sustento de las personas.
En el trayecto, justo frente aún grupo de casas prestamos atención a un enorme hoyo cubierto de agua, lodo y basura que impedía el paso, llegando hasta el final de este hoyo para poder acceder al extremo. Del mismo modo acompañando al pasto, animales carroñeros, vacas, tierra y basura se encuentran acumulaciones de aguas rojizas y malolientes que provienen de los desagües de Eten.
Por el momento nuestros únicos acompañantes eran los montículos de basura que parecían interminables hasta que se “unieron” a nuestro recorrido una multitud de zancudos que provenían de la vegetación que en este húmedal también se observa, perturbando nuestro viaje a causa de sus picaduras.
El ruido de gaviotas son escuchados a lo lejos donde igualmente se puede observar el siembra de maíz en esta zona convertida en un área no accesible para la producción de cultivos o crianza de ganados, pero esta razón no es impedimento para las personas que ejecutan estas actividades sin pensar en sus consecuencias, haciendo caso a la frase de “ojos que no ven corazón que no siente”.
El camino lleno de tierra y basura aún continúa a pesar del inmenso calor y la cantidad de zancudos.
A su encuentro se observa una pareja de burros, uno marrón y otro gris, que también pastan en este lugar. Se encuentran intimidados al darse cuenta que somos nuevos ocupantes de sus hogares incluso, creo que nos consideraron intrusos porque al darse cuenta que necesitaba filmarlos dejaron de alimentarse y uno de ellos, el de color marrón, se a cercó al otro burro como diciéndole algo.
Fue un hecho muy curioso el observar esta situación pero lamentablemente estos infortunados animales constituyen del mismo modo parte de este ambiente peligroso.
Siendo considerada ciudad Eten como la Tercera Ciudad Eucarística del mundo, nos dirigimos al Santuario Divino Niño del Milagros de Eten lugar primordial donde los pobladores dan prueba de su fe. En su altar se encuentra el Divino Niño de los Milagros rodeado de grandes cuadros que simbolizan la religiosidad de sus habitantes.
En este lugar también se encuentra al lado izquierdo del oratorio la Aldea Artesanal “María Mercedes” y a su lado derecho las ruinas de la que fue en la antigüedad un adoratorio cristiano donde se realizaban sacrificios humanos. Su desaparición fue causada por la presencia de un tsunami que destruyó su ciudad, originando que sus pobladores emigraran a lo que ahora es la Ciudad de Eten y Puerto de Eten.
Siendo este lugar un monumento arqueológico tan importante no recibe los cuidados e importancia que merece, sino por el contrario la indiferencia de parte de sus pobladores y de las autoridades.
La Aldea Artesanal “Maria Mercedes” está construida con adobe, caña, barro y guayaquil en cuyo interior se observaron una diversidad de productos típicos de la zona hechos a mano desde bolsos, sombreros, prendas de vestir y pequeños regalos que pueden adquirir los visitantes en este lugar. En su parte lateral se encuentra el único ceramio donde se ha dibujado el ecosistema que formó o quizás sigue formando parte de los humedales de Puerto Eten. En su parte inferior se encuentra ilustrado la biodiversidad acuática y un grupo de pájaros alimentándose de peces, pero lo más significativo es el dibujo de cuatro aves donde tres están presas por medio una red y una a punto de ser capturada.
Este ceramio nos enseña que en tiempos antiguos había abundancia había sustento para cada poblador, no siendo la demasía una excusa para aprovecharlo de forma irresponsable utilizando sólo lo necesario y haciendo uso racional de sus alimentos, contexto en el cual nosotros deberíamos tomar lección y formar parte para evitar seguir convirtiéndonos en nuestros propios enemigos.
Los enormes cúmulos de basura que presenciamos a
l inicio de nuestro recorrido comenzaron a disminuir para abrir paso a conjuntos de dunas y de pasto impidiendo la desaparición de los zancudos.
En una de las dunas observamos un humedal cubierto de gaviotas que junto a un grupo de patos chapoteaban en el agua. Del mismo modo disfrutaban de un descanso un conjunto de flamencos que hundiendo su pico corvo en el agua, recogían plantas y animales para alimentarse.
Estas aves estaban constituidas por diferentes edades representadas en colores. Las recién nacidas son de plumones blancos, mudando a plumas castañas cuando crecen, y cuando llegan a su madurez desarrollan el color rosado. Estas ultimas celebres aves son las que inspiraron al general Don José de San Martín en la colocación de los colores de la bandera peruana.
Siendo este lugar un monumento arqueológico tan importante no recibe los cuidados e importancia que merece, sino por el contrario la indiferencia de parte de sus pobladores y de las autoridades.
La Aldea Artesanal “Maria Mercedes” está construida con adobe, caña, barro y guayaquil en cuyo interior se observaron una diversidad de productos típicos de la zona hechos a mano desde bolsos, sombreros, prendas de vestir y pequeños regalos que pueden adquirir los visitantes en este lugar. En su parte lateral se encuentra el único ceramio donde se ha dibujado el ecosistema que formó o quizás sigue formando parte de los humedales de Puerto Eten. En su parte inferior se encuentra ilustrado la biodiversidad acuática y un grupo de pájaros alimentándose de peces, pero lo más significativo es el dibujo de cuatro aves donde tres están presas por medio una red y una a punto de ser capturada.
Este ceramio nos enseña que en tiempos antiguos había abundancia había sustento para cada poblador, no siendo la demasía una excusa para aprovecharlo de forma irresponsable utilizando sólo lo necesario y haciendo uso racional de sus alimentos, contexto en el cual nosotros deberíamos tomar lección y formar parte para evitar seguir convirtiéndonos en nuestros propios enemigos.
Los enormes cúmulos de basura que presenciamos a

En una de las dunas observamos un humedal cubierto de gaviotas que junto a un grupo de patos chapoteaban en el agua. Del mismo modo disfrutaban de un descanso un conjunto de flamencos que hundiendo su pico corvo en el agua, recogían plantas y animales para alimentarse.
Estas aves estaban constituidas por diferentes edades representadas en colores. Las recién nacidas son de plumones blancos, mudando a plumas castañas cuando crecen, y cuando llegan a su madurez desarrollan el color rosado. Estas ultimas celebres aves son las que inspiraron al general Don José de San Martín en la colocación de los colores de la bandera peruana.
Llegamos a un humedal ubicado al extremo de la playa de Puerto Eten constituido por una inmensa cantidad de agua y cubierto con vegetación en sus orillas, mostrándose de igual forma en su entorno desperdicios y residuos contaminantes, que pueden haber sido motivo de la muerte de algunas aves que yacían en los alrededores del humedal.
La extensión del humedal imposibilitó continuar el recorrido por ese camino teniendo que dar la vuelta para poder llegar a uno de sus extremos. El panorama era el mismo siempre cubierto de pasto, dunas y desperdicios, saliendo a nuestro encuentro un saltojo y un cangrejo.
El primero pasó de forma apresurada seguro asustado por nuestros pasos, mientras que el cangrejo se mantuvo tranquilo y hasta “permitió” que lo filmáramos y tomáramos fotos. Después de este pequeño y rápido encuentro también notamos la presencia, a través de unas pequeñas huellas en la arena, de algún animal que había salido en busca de su comida pero que temeroso se ocultó evitando que conozcamos su identidad.
Llegando al otro extremo de este humedal un pescador estaba realizando su faena diaria y nos permitió acompañarlo pudiendo observar de cerca su labor. Particularmente generó contradicciones, porque siendo sustento de vida y elemento primario para este pescador y para todas las personas la actividad pesquera, es triste ver de cerca la realidad de los peces cuando luchan perseverantemente por tratar de respirar en la red.
A lo lejos se observó la presencia de un grupo de pollas de agua que al nadar levantando la cola, dieron a conocer sus plumas inferiores de color blanco moviendo la cabeza hacia delante y hacia atrás.
Un pico de color amarillo con una cubierta de rojo intenso, unas patas de color verduzco y unos pequeños ojos negros se pudo observar sólo con la ayuda de los prismáticos debido a la distancia en la que se encontraban y el camino obstaculizado por el agua lo que impedía poder acercarse a ellas.
Intimidadas por la presencia de algunos pescadores que estaban realizando sus faenas diarias levantaron el vuelo al ras del agua haciendo mucho ruido para marcar su territorio.
La extensión del humedal imposibilitó continuar el recorrido por ese camino teniendo que dar la vuelta para poder llegar a uno de sus extremos. El panorama era el mismo siempre cubierto de pasto, dunas y desperdicios, saliendo a nuestro encuentro un saltojo y un cangrejo.
El primero pasó de forma apresurada seguro asustado por nuestros pasos, mientras que el cangrejo se mantuvo tranquilo y hasta “permitió” que lo filmáramos y tomáramos fotos. Después de este pequeño y rápido encuentro también notamos la presencia, a través de unas pequeñas huellas en la arena, de algún animal que había salido en busca de su comida pero que temeroso se ocultó evitando que conozcamos su identidad.
Llegando al otro extremo de este humedal un pescador estaba realizando su faena diaria y nos permitió acompañarlo pudiendo observar de cerca su labor. Particularmente generó contradicciones, porque siendo sustento de vida y elemento primario para este pescador y para todas las personas la actividad pesquera, es triste ver de cerca la realidad de los peces cuando luchan perseverantemente por tratar de respirar en la red.
A lo lejos se observó la presencia de un grupo de pollas de agua que al nadar levantando la cola, dieron a conocer sus plumas inferiores de color blanco moviendo la cabeza hacia delante y hacia atrás.
Un pico de color amarillo con una cubierta de rojo intenso, unas patas de color verduzco y unos pequeños ojos negros se pudo observar sólo con la ayuda de los prismáticos debido a la distancia en la que se encontraban y el camino obstaculizado por el agua lo que impedía poder acercarse a ellas.
Intimidadas por la presencia de algunos pescadores que estaban realizando sus faenas diarias levantaron el vuelo al ras del agua haciendo mucho ruido para marcar su territorio.
Después de un descanso continuamos nuestro recorrido al último lugar que en este día visitaríamos. Las dunas, el pasto, desperdicios y zancudos también nos acompañaban en nuestra travesía llegando al sitio citado: la Laguna Magdalena.
Este lugar es un Habitad ecológico que custodia aves migratorias como gaviotas, patos, garzas, gaviotines (parientes de las gaviotas) siendo una zona de gran extensión de agua, y cubierta de una enorme vegetación donde estos animales han construido sus hogares.
Pudimos observar este lugar desde unas dunas a causa de que no había acceso cercano a este humedal a consecuencia de no haber llevado las herramientas adecuadas para el ingreso. Nuestra presencia fue percibida por los grupos de patos, gaviotas y gaviotines que alzaron el vuelo, haciéndonos esperar un buen tiempo en el que sólo regresaron un pequeño grupo de ellos.
Una gaviota demostraba su “amor de madre” al no moverse de su nido construido en una parte de la vegetación para proteger a su o sus hijos de cualquier enemigo, incluso de su propia especie.
Por otro lado se originó una “orquesta” realizada por los patos y gaviotas que armonizaban el ambiente. Los gaviotines no fueron indiferentes y realizaron unas sorprendentes maniobras en el aire diendo a lucir con su dinamismo y habilidad como si volar fuera fácil.
Hemos terminado nuestro viaje y nos regresamos rumbo a Chiclayo. El camino es largo como el que recorrimos para venir hasta estos humedales pero la diferencia de cuando vinimos a cuando nos vamos es que ahora, en nuestro retorno, nos realizaremos un examen de conciencia de cómo los animales han pagado con su muerte nuestras negligencias, y por nuestra ignorancia, no nos hemos dado cuenta que estos humedales son parte de un gran sustento y un enorme capital de trabajo para las personas, que ayudados de asesoramientos y proyectos técnicos puede convertirse en un centro de producción ecológica sostenida, siendo una importante herramienta de lucha para combatir el desempleo y la pobreza en el departamento.
Sin embargo, hay que tener bien en cuenta que los humedales no están preparados aún para recibir a millones de personas, que por su desconocimiento pueden causar el daño irreparable de este ecosistema.
Ahora hemos podido conocer “in situ” la grandeza de nuestro departamento y al mismo tiempo el sufrimiento que la amenaza. Incentivemos a las personas a una educación medioambiental, y del mismo modo solicitar ayuda a las autoridades para lograr su sostenimiento convirtiéndolo en beneficio para estas especies y la sociedad. No cometamos el error de seguir la frase “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
Este lugar es un Habitad ecológico que custodia aves migratorias como gaviotas, patos, garzas, gaviotines (parientes de las gaviotas) siendo una zona de gran extensión de agua, y cubierta de una enorme vegetación donde estos animales han construido sus hogares.
Pudimos observar este lugar desde unas dunas a causa de que no había acceso cercano a este humedal a consecuencia de no haber llevado las herramientas adecuadas para el ingreso. Nuestra presencia fue percibida por los grupos de patos, gaviotas y gaviotines que alzaron el vuelo, haciéndonos esperar un buen tiempo en el que sólo regresaron un pequeño grupo de ellos.
Una gaviota demostraba su “amor de madre” al no moverse de su nido construido en una parte de la vegetación para proteger a su o sus hijos de cualquier enemigo, incluso de su propia especie.
Por otro lado se originó una “orquesta” realizada por los patos y gaviotas que armonizaban el ambiente. Los gaviotines no fueron indiferentes y realizaron unas sorprendentes maniobras en el aire diendo a lucir con su dinamismo y habilidad como si volar fuera fácil.
Sin embargo, hay que tener bien en cuenta que los humedales no están preparados aún para recibir a millones de personas, que por su desconocimiento pueden causar el daño irreparable de este ecosistema.
Ahora hemos podido conocer “in situ” la grandeza de nuestro departamento y al mismo tiempo el sufrimiento que la amenaza. Incentivemos a las personas a una educación medioambiental, y del mismo modo solicitar ayuda a las autoridades para lograr su sostenimiento convirtiéndolo en beneficio para estas especies y la sociedad. No cometamos el error de seguir la frase “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.
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