martes, 10 de abril de 2007

Entrevista: Rubhy Vela Ruiz

“nosotros somos nuestros propias guías, nosotro somos los únicos creadores de nuestro propio destino”

Estudiante de Ciencias de la Comunicación que cursa el octavo ciclo en la Universidad Particular de Chiclayo nos revela sus experiencias, inquietudes e historia en estas páginas.

De pequeña le gustaba jugar con kens y comportarse con un estilo varonil, acompañada siempre de una resortera con la cual gastaba bromas a sus amigas, así era Rubhy una pequeña niña traviesa y juguetona con enormes sueños e inquietudes, grandes ganas de sonreír al mundo y con un enorme espíritu independiente que actualmente aún conserva.
Vive desde los 8 años en Chiclayo en una casa de Villarreal en el denominado “parque el mundo”, residiendo inicialmente ahí con su mamá y hermano.
El relato de su familia lo empezó por su mamá, expresando que siempre ha tenido una buena relación con ella y señala que no sólo fue su mamá sino también su mejor amiga. Rubhy mantiene y mantendrá en su corazón los innumerables recuerdos que tiene con ella, las diversas anécdotas y las incalculables risas que con ella pasó, y que a pesar de no estar presente en cuerpo siempre la esta acompañando en alma, “es mi ángel”- asevera.
Su papá trabaja y reside en Trujillo. Se mantienen en contacto a pesar de la distancia y perennemente realiza viajes para venir a ver a Rubhy, ambos mantienen una buena relación de padre e hija. El mayor y único hermano de Rubhy es José Oswaldo.
Actualmente el está en constantes viajes debido a su trabajo, pero a pesar de ello mantienen una buena relación y aunque a veces tienen riñas son “problemas pequeños de hermanos José Oswaldo es un buen hermano que me a ayudado y me sigue ayudando en muchas cosas” - indicó. Sin embargo hay una de las tantas cosas que le agradece a José Oswaldofue gracias a él que conoció a su mejor amiga Milagros y con la cual hasta hoy mantienen una relación inquebrantable.
“Mi hermano como era el que salía más en la cuadra me presentó a Mily y a su hermano, como Mily y yo éramos al principio las calladas y desinadaptadas en el grupo entablamos conversación al instante y es así que hasta ahora somos las mejores amigas, siempre nos visitamos y no nos cansamos de contarnos nuestras cosas”.
Al presente, Rubhy convive también con su abuelita, tía y primo, los cuales son una gran ayuda y soporte para Rubhy. A veces tiene que lidiar con cada uno de los diferentes pensamientos, ideas y costumbres que cada uno de ellos tienen, pero indudablemente mantienen una relación plausible.
Su mejor amigo y personaje de ensueño en la infancia fue Papa Noel.
Todas las Navidades se convertía en una pequeña espía con el fin de esperar la llegada de este peculiar personaje, y como toda niña curiosa, anhelaba preguntarle como hacía para poder repartir,en un día, regalos a todos los niños del mundo.
Su fantasía terminó una madrugada del 24 de noviembre de 1992, en el que sufrió un inesperado descubrimiento: “Escuché unos ruidos en la sala y una enorme curiosidad me hizo levantarme de la cama, a pasos ligeros me dirigí allá y vi como mi mamá, tratando de hacer poco ruido cosa que le era imposible, estaba acomodando los regalos de navidad”. Rubhy recuerda este momento con un poco de vergüenza y una enorme sonrisa al revelarnos que a pesar de ello siempre mantuvo en su corazón a este “amigo especial”.
Su niñez siempre estuvo marcada de muy buenas experiencias y de incontables bromas que les hacía a sus amigas. Bromas que aún mantiene intactas en su mente, “como si fuera sido ayer”- nos expresa. Lo peculiar era que todo le causaba risa, nunca fue una niña llorona a pesar de las muchas veces que sus papás le castigaban y reñían por las travesuras que hacía.
A la edad de 13 años el cantante puertorriqueño Ricky Martín cautivó su atención, no había disco que no se comprara de él. Pasaba horas y horas escuchando sus canciones y viendo por televisión sus entrevistas, se convirtió en una fiel admiradora y hasta lo consideró el hombre más apuesto del mundo, “siempre he tenido una gran pasión por la música”- afirma.
Rubhy también tiene experiencias en las que tuvo que olvidar sus travesuras para convertirse en una pequeña reina en inicial-como reina de la primavera- y en primaria como reina de las olimpiadas, representando a su salón en medio de grandes ceremonias realizables. Sin embargo no es por ello que las olimpiadas fue una de las actividades que más esperaba con ansias en todo el año escolar.
El deporte, especialmente el básquet, ha sido y siempre será otra de sus pasiones. Siempre perteneció a la selección del básquet de su colegio, etapa que conserva como una de las más significativas y que rigió muchas anécdotas y enseñanzas en su vida.
“El básquet es una época en la que hice muchos amigos en los viajes que realizábamos para los campeonatos intercolegiales, me divertía mucho todas las horas eran risas y más risas; la emoción que se siente al jugar un partido es inexplicable es como tenerlo todo en ese cancha”- en la cara de Rubhy se ve un gesto de satisfacción y gozo mientras nos cuenta sobre el básquet dando a relucir la gran pasión que siente por este deporte.
En el grado estudiantil se clasifica como una estudiante promedio, los cursos que más le gustaban eran los de Lenguaje y Literatura e Inglés, clases que mantenía la mirada atenta en el profesoray la pizarra, en este tiempo dejaba de lado cualquier broma o distracción con sus amigas. Del mismo modo nos reveló que no estaba acostumbrada a copiarse en ningún curso, sólo en una ocasión que la desesperación de salir mal en una asignatura le hizo cometer ese error que le costó hacer un periódico mural para todo el colegio.
“Yo no me había dado que una profesora me estaba mirando, se acercó a mi y se sorprendió al verificar lo que estaba haciendo, a su pesar me tuve que sacar del salón y como castigo me mando hacer un periódico mural con un grupo más de alumnas del colegio, cada una tenía que hacer un periódico mural.
Le puse mucho esfuerzo, dedicación, arrepentida por lo que había hecho y realice un buen trabajo recibiendo felicitaciones incluso de la profesora que me encontró infragante”-sonríe.
El interés por las letras y la ausencia de encontrar un lugar que enseñe necesariamente lo que ella desea, la ha hecho elegir Ciencias de la Comunicación en la Universidad Particular de Chiclayo-actualmente cursa el octavo ciclo- su anhelo es convertirse, en un futuro no muy lejano, en Comentadora Deportista Radial o Relacionista Público.
En este lugar ha logrado aprender muchas cosas que le han servido, a conocido a todo tipo de personas, a encontrado buenas amistades perennes, es acá que ha conocido a su actual enamorado- que también estudia Ciencias de la Comunicación pero en séptimo ciclo- y con el cual mantiene una relación especial, no sólo de enamorados sino también de amigos, “Sabemos que podemos contar uno con el otro sin esperar nada a cambio”. De igual manera tiene noción, a través de las prácticas que realiza en el Canal América (4), que la vida que nos espera después de terminar las clases en la universidad es muy dura, ahora que se está desempeñando como practicante periodista se ha dado cuenta que su labor es muy sacrificada.
“Tienes que salir en cualquier momento a cubrir una nota informativa, lamentablemente o quizás no, yo sólo cubro noticias hasta la 1:00, 1:30 debido a que a las 2:10 tengo clases en la universidad, en todo ese lapso confirmo en carne propia el esfuerzo que se hace y observó también la doble o quizás más cantidad de esfuerzo que hacen los periodistas del canal, es un trabajo muy sacrificado”.
Algo de lo cual Rubhy esta totalmente segura y nos expresó fue que:
“A pesar de todos los esfuerzos que tengamos que hacer ahora como estudiantes y más adelante como profesionales siempre traerá sus frutos, todo depende de que nos desempeños en lo que nos guste y no nos dejemos influenciar por lo que digan los demás, nosotros somos nuestros propias guías, nosotros somos los únicos creadores de nuestro propio destino”.

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